Los sentimientos como motor de una campaña
- Abraham Camacho Trigueros
- 5 ago 2015
- 2 Min. de lectura

Lo más difícil de generar una campaña publicitaria no es determinar el público meta, tampoco
elegir los canales de distribución o el uso del medio masivo, por el cual esta campaña llegara a los ojos y oídos de nuestros consumidores, la verdadera dificultad se encuentra en poder transmitir el verdadero sentimiento que envuelve al creativo al generarla.
Los contextos sociales, económicos y culturales de una sociedad en la que se encuentra inmerso el grupo creativo, puede ser factor para que los encargados de generar las campañas que logren
hacer sonar la caja registradora de la empresa decidan ocupar una u otra idea.
Para poder conseguir el éxito al trazar una campaña los creativos buscan sus fuentes de
iluminación de diferentes formas: algunos gustan de la observación de las calles transitadas; otros buscan inspiración en la soledad de su escritorio, y otros intentan hacer una mezcla entre la
soledad y el uso de lugares concurridos, con el uso de la tecnología.
Sea cual sea el caso es importante recalcar que lo que se busca no es inspiración mágica, no es que salga una musa que nos de la idea ganadora para generar nuestra campaña, más bien es que el entorno nos ayude a conectarnos con el sentimiento que nos produce el uso del producto y que
de alguna forma queremos contarle al consumidor, logrando con esto que se identifique y que
sienta que no solo él había sentido esta sensación al utilizar dicho producto.
Los teóricos lo han nombrado como “engangemet” traduciendo un poco a lo que nombramos
relación entre la empresa con sus clientes, este proceso permite que a través de diferentes medios
pueden opinar sobre sus productos favoritos y la empresa puede generar una relación de escucha
y respuesta con el consumidor, tomando sus ideas para lanzamientos de productos o de próximas
campañas.
Ahora bien el hecho de ocupar estos canales para que el consumidor se exprese sobre el producto o servicio, que se ofrece puede confundirse con el verdadero proceso de relación, entre creativo- empresa-consumidor dejando un enorme vacío en esta relación dentro de la empresa ya que el sentimiento con el que se desarrolla las campañas pueden quedar de lado escogiendo, fríos números en lugar de cálidos sentimientos.
Es obvio que un creativo puede ser subjetivo al final lo importante es hacer que se haga la venta y los sentimientos relacionados con aspectos negativos de la vida no siempre pueden lograr ese
objetivo; sin embargo es importante siempre transmitir lo que realmente se piensa y siente por el
producto por el cual se está trabajando y por qué no, asociarlo con aspectos muy personales,
como posiblemente el primer beso, la primera escapada del colegio o la primera reunión con tus
amigos después de 10 años de no verse.
Es necesario entender que el escribir y diseñar una campaña publicitaria se basa en 50% en los
datos duros recogidos a través del estudio de mercado y el otro 50% sobre el sentimiento que te
genera el producto sobre el cual se estás queriendo vender, porque bien lo dicen el consumidor ya no compra productos compra emociones.
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